El bailarín de tango norteamericano Scott Boddye no es diferente de otros miles de turistas de tango que hacen de Buenos Aires su segundo hogar, excepto por un detalle clave. Es frecuentemente el único hombre que en cualquier milonga baila con tacos. El desafío de ir forjando un espacio para sí mismo dentro del género binario del tango se siente tan frágil como estar caminando sobre cáscaras de huevos. Esta metáfora cobra vida en este videodanza en la que Boddye baila con sus tacos azules a través de una habitación llena de huevos. La metáfora se convierte literalmente en un desafío de lucha por evitar romperlos. Los huevos hacen referencia  a la performance Entrevidas de Anna Maria Maiolino, en la que ella caminaba descalza entre los huevos con los ojos cerrados  para hacer una crítica sobre la precariedad de su propia posición como mujer. Aunque los ojos de Boddye están abiertos y no está descalzo, esta obra también critica las limitaciones de género. Boddye y la habitación de paredes desnudas exponiendo su historia están a punto de transformarse de un estado a otro. En presencia de tantos huevos, un renacimiento es inminente.

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Filmado en Casa Palestina, Buenos Aires.